Argentina tierra de dolores y dólares

Vivo en Argentina un país sembrado por las incertidumbres económicas, una de ellas y de las más importantes es la fluctuación del dólar respecto a la moneda local, en este caso seria el peso argentino.

Hasta hace pocos días un dólar equivalía a 63$ argentinos, pero una decisión política hizo que hoy comprar un dólar de los que solo te permiten comprar 200 por persona por mes, o comprar algún bien o servicio en el exterior deba pagarse hoy con un dólar a 82$. Esto es porque se decidió aplicar un impuesto del 30% por sobre el valor de la divisa internacional.

Más alla de los temas políticos, esta película ya la vimos en un anterior gobierno donde también se llegó a implementar un impuesto del 30% que en ese momento era a cuenta de ganancias y algunos pudimos recuperar mucho tiempo después, algo de eso que tuvimos que pagar de más por el simple hecho de elegir viajar y conocer otros destinos. Hoy este impuesto vino para quedarse por 5 años y no como cuenta de nada, sino como un impuesto liso y llano porque si, porque así lo decidió el gobierno de turno y porque parece que corresponde a toda la economía de un país lo que algunos pocos se han dedicado a hacer mal.

Hoy Argentina sigue dividido entre distintas ideologías y al fin y al cabo los habitantes seguimos padeciendo los errores de los que gobiernan. Se deja en las espaldas de los ciudadanos los problemas que debe solucionar el gobierno y se recurre a viejos y conocidos sistemas económicos solo que esta vez más duros.
Un golpe de entrada que sin dudas es más efectivo, pero que estoy adivinando se irá disipando con el correr del tiempo y en el futuro cuando lea esto nuevamente el efecto tan devastador que es para el mundo de los viajes ya no se sienta tanto, aunque las víctimas van a estar igual, muchos dejaremos de viajar y muchos perderán su fuente de empleo, pero tarde o temprano todo volverá a su cause normal como el agua y volverán los viajes y volverán los viajeros que desean conocer un mundo más alla de lo que siempre habíamos visto o se nos mostraba como posible de vivir.

Porque soñar con viajar y conocer las pirámides, antiguas ruinas, maravillas naturales y gentes extraña, no es como dejar de comprarte un producto más caro por otro de segunda línea. Eso es algo que los que no tienen ningún problemas para comprarse lo que quieran no llegan a comprender.
El espíritu de conocer, de viajar y ampliar las fronteras mentales no se queda quieto con un 30% de aumento, y como sabemos como es la economía de este país sabemos que ahí adelante está la luz al final del tunel solo hay que terminar de recorrerlo para volver a vivir, justamente lo que nos hace sentir que estamos vivos.