lunes, mayo 12, 2014

Prainhas e Isla do Farol

Vista de la zona del muelle y la zona de Dos Anjos en Arraial do Cabo
En el segundo día de nuestro primer Arraial do Cabo decidimos hacer la clásica excursión de navegación que se hace en barco para ir a conocer las playas que rodean esta península.
Como la amaríamos por nuestra cuenta nos dirigimos al muelle del pueblo y contratamos un viaje que nos ofrecieron a la
entrada del muelle  a un costo de 25 $R por persona).
Supuestamente íbamos a ser como mínimo 8 personas, pero al llegar solo estaban 3 personas, ellos eran una brasileña que vivía en Alemania, con su pareja y cuñado muy alemanes ellos. Después de esperar unos 45 minutos salimos finalmente los 5 con nuestro capitán y único tripulante de la pequeña embarcación.

El viaje fue tranquilo y rápido hasta llegar a la que es hasta el día de hoy una de las más hermosas playas que he conocido, Prainhas do Pontal de Atalaia.
Su increíble color turquesa de aguas transparente y cálidas, me hizo dar cuenta que por fin había conocido el soñado paraíso de Arraial do Cabo.
Vista de la Praia do Farol desde un barco que sale hacia mar abierto
A esta playa se llega en estos barcos que se quedan anclados a pocos metros de la playa y te dejan alrededor de una hora para luego seguir viaje. La zona de la playa donde anclan los barcos esta muy cerca de una especie de duna donde donde por la inclinación que tiene se practica Sandboard gracias al alquiler de las tablas a los pies de la arena por solo 5 reales por media hora. Un poco más lejos hay una zona con paradores, con sillas, sombrillas y puestos de petiscos y bebidas.

Otra manera de ir en vehículos por un camino a través del Pontal do Atalaia y luego descender hasta la playa por una primitiva escalera de piedras que llega justo detrás de los paradores. En esta opción lo ideal es ir caminando por ese mismo camino en alrededor de 1 hora u hora y media, según el estado físico, de manera de quedarse en esta playa todo el tiempo que se quiera, a diferencia de las excursiones que solo permiten disfrutar de la esta playa unos pocos minutos.

Vista desde el estrecho que separa la isla do Farol de la península de Arraial,
mientra salíamos hacia mar abierto
De los barcos se baja zambulléndose directamente al agua aunque de los barcos más grandes la gente mayor, o con miedo, o niños, los bajaban en botes hasta la playa, sino se llega a la orilla por medio de braceadas por el increíblemente transparente y celeste mar, y lo mismo para el regreso con la ayuda de escaleritas colocadas en los barcos.
Posteriormente la pequeña embarcación se dirigió hacia mar abierto, ya que esta zona está protegida de este último por islotes, y crean  una gran zona más bien cerrada que protegen a las playas de las corrientes frías del Upwelling que se produce en esta zona del continente. Es esta misma corriente rica en nutrientes que hizo famosa a la zona por la vida submarina que se desarrolla debido a este fenómeno marino, que favorece la realización de actividades como el buceo, siendo uno de los mejores lugares de Brasil para practicarlo.


Una vez en mar abierto se nota la diferencia con el azul bien profundo del agua y también en su temperatura un poco más baja. El próximo destino era la llamada Gruta Azul, luego de pasar por interesantes formaciones rocosas. La enorme caverna presenta un llamativo color azul, y de allí su nombre. Es tan grande que varias embarcaciones pueden entrar en ella, aunque no siempre es recomendable y solo se ingresa hasta los primeros metros, ya que el movimiento de la marea hace que se deba tener cuidado con las rocas.

Fotos sin filtros como la tome frente a la Praia do Farol en
 la isla del mismo nombre
Regresamos luego a la zona protegida y a los hermosos colores turquesas.
Frente a la Praia de Prainhas do Pontal, se encuentra la isla que ayuda a cerrar la zona y es la Isla do Farol, que cuenta con su impresionante Praia do Farol. Esta isla es una reserva controlada por  la Marina de Brasil, con una zona exclusiva de desembarco y visita. Por esta razón el tiempo de visita a la isla es acotada, y los barcos dejan a los turistas en el mar a unos metros de la playa.  Luego deben alejarse para pasar a buscar a sus pasajeros porque no se les permiten estar anclados en las orillas de la playa. Tampoco los visitantes pueden alejarse de la zona permitida para la visita.

Esta es a mi entender la segunda mejor playa de toda esta zona.
Una scuna frente a la Praia do Farol  en Arraial do Cabo
El agua era caliente, pero por momentos venían ráfagas de vientos fríos y a veces también corriente frías ya que esta playa esta más cerca de la zona de contacto con mar abierto.

Luego de un rato en esta hermosa playa, el barco se dirige al Restaurante Flotante que se encuentra frente a la Praia do Forno, por lo que tiene que atravesar toda la bahía desde la Praia do Farol. En el camino nos cruzamos con una tortuga gigante, que son muy muy comunes en esta zona.
El Restaurante Flotante no es muy económico que digamos, pero para experiencia estuvo bien.

El último destino te llevan a la famosa Praia do Forno, regresando a la Marina dos Anjos al cabo de un rato. Como ya habíamos estado en esta playa en el día anterior decidimos quedarnos en el mismo parador tomando jugos y comiendo pasteles de queso y camarones, para volvernos libremente con otro barco cuando quisiéramos.

Almorzando en el Restaurante Flotante que está
 cerca de la Praia do Forno
La gente del barco en el que regresamos habían estado practicando buceo buscando mejillones para vender. También habían capturado una hermosa estrella de mar de color rojo que cuidaban delicadamente para venderla en el pueblo para adornar una muy linda pecera, casualmente en el hotel Capitao N'Areia donde nos estábamos quedando, y que dicho sea de paso tenían una enorme y hermosa pecera en el restaurante y desayunador. Antes de regresar optamos por probar unos deliciosos helados y caminar tranquilamente por el pueblo.

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